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Cuentan que si Charles Darwin hubiera conocido Seychelles se habría olvidado de sus queridas islas Galápagos. Y no es para menos. Seeychelles es un desborde de biodiversidad y aguas cristalinas. Este rincón paradisíaco, anidado en el corazón del océano Índico, ofrece a las parejas una luna de miel única, donde la naturaleza se convierte en la más encantadora de las testigos. 

En el África austral, donde el río Okavango serpentea con gracia a través de los secretos de la naturaleza, Botswana emerge como un prodigio geográfico y ecológico. Una danza de ecosistemas dispares convierte este país en un viaje único.  

El momento más mágico del año se da la mano con el destino más mágico del planeta. En Jordania todo podría ser un espejismo. En el corazón de Medio Oriente hay mucho más que una tierra arenosa y grandes desiertos.  

Bahía de Halong es la primera parada, un lugar que parece salido de una película o de un cuento. Islas de piedra caliza emergen en el golfo de Tonkín y forman un paisaje embrujado. Agua esmeralda que contrasta con la frondosidad y el verdor de la vegetación sobre las islas. Sobre los barcos de madera que navegan silenciosos, podemos experimentar la espiritualidad de este rincón del sudeste asiático. 

En República Dominicana vas a encontrar la paz que tu mente busca, la renovación que tu cuerpo necesita y la diversión que te permitirá desconectar de lo que pasa al otro lado del océano. Este paraíso caribeño es un refugio de bienestar y serenidad para olvidarte del mundo. No te puedes perder la capital, Santo Domingo, una hermosa ciudad colonial y el primer lugar que pisó Cristóbal Colón en su viaje a América; el Parque Nacional de los Haitises, una zona de manglares y cuevas llena de animales: aves, manatíes, tortugas; y, por supuesto, Punta Cana. 

En la vastedad de Sudamérica, Buenos Aires emerge como referente cultural. Del tango al fútbol, de Borges a Maradona. En la capital argentina la pasión late con fuerza. Las calles adoquinadas de San Telmo, la revolución de colores en La Boca, las orillas del río de La Plata, que separan Uruguay y Argentina, Buenos Aires y Montevideo, los aromas de una parrilla tradicional con la mejor carne del mercado, la arquitectura clásica y moderna, los bares históricos, el espíritu rebelde de la Revolución de Mayo, Buenos Aires es un cuento de Cortázar, una canción de Sabina.